martes, 8 de noviembre de 2011

-Y entonces me dijo eso. ¿Te lo puedes creer?
- ...
- ¡Qué desfachatez!
- Perdona, pero es que...
- Claro que yo no me quedé callada... ¡Faltaría más!
- Disculpa...
- ¡Calla calla! Que ahora viene la mejor parte. Cogí y le dije, así con todo el morro...
- ¡OYE!
- ¡Ay! ¡Qué brusca eres! ¿Qué te pasa? ¿Qué quieres?
- No te conozco de nada, no se por qué me estás contando todo esto
- ¡Ya estamos! Qué manía tiene todo el mundo con eso de que contarle tu vida a un extraño no esté bien visto...

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